La cifra de migrantes que llegan a las costas de Canarias se han disparado. Tan solo en los primeros 15 días de octubre han llegado más de 8.500 personas, a pesar de que la ruta canaria es cada vez más peligrosa. "Cuando hay una afluencia que se sale de lo habitual se activa el mecanismo de emergencia", explica María Tejada, responsable de campañas y comunicación en ACCEM. Por lo que, "si el volumen es mayor, el sistema de acogida necesita ampliar sus capacidades", defiende Mila Núñez, responsable de acogida y atención humanitaria en Cruz Roja.
Uno de estos migrantes fue Makane, un senegalés que llegó a España en patera desde Marruecos: "Recuerdo el momento en el que llegue, un poco agobiado". Pero "el camino que tomó era más corto que el que suelen tomar últimamente".
Y, es que, cuando los migrantes llegan a España, en un primer momento, se produce una atención sanitaria inmediata y de ahí pasan a disposición policial. Tras ser identificados se les manda a un centro de primera acogida, donde se le da información de la situación para después trasladarles a un centro de larga estancia.
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Actualmente hay 13.000 plazas distribuidas por todo el país para atender esta emergencia humanitaria y que permite que historias como las de Makane, al que no trasladaron ni en avión, ni dejaron en una estación de autobuses salgan bien. Él ahora es "cocinero" y ha tenido la oportunidad de sacar adelante a su familia en España.