Los vídeos de la angustia que se ha vivido en Roma por la violenta tormenta de lluvia y granizo que descargó en la ciudad ayudada por el viento empiezan a correr por las redes.

En una de ellas se ve a una familia en un coche mirando hacia uno y otro lado sin saber cómo salir. Están rodeados de agua y placas de hielo que inundan las calles mientras desde otro coche a pocos metros un bebé llora asustado al ver cómo el agua rodea el vehículo en el que viaja con su madre.

El agua que bajaba en cascada al metro de la capital mientras los aterrizajes se hacían imposibles, cerrándose el aeropuerto de Fiumicino y se desviaron los vuelos hacia Nápoles.

El agua y el hielo atrapaba en las calles el mobiliario urbano en horas angustiosas que pillaban por sorpresa a Roma pero que no han dejado ningún herido.