"Entramos en el circo, jugamos con varios animales y al final decidimos llevarnos una llama", cuenta uno de los cinco detenidos. Los jóvenes grabaron videos e hicieron fotos de su hazaña con la llama.
"Subimos al metro, la llama empezó a moverse sin control, nosotros intentamos separarnos de ella pero el conductor nos vio", por lo que no se les ocurrió otra cosa que saltar del tranvía con llama incluida y abandonarla atada a una barandilla, pero para entonces el conductor ya les había denunciado.
En comisaría reconocieron que Serge no había sido su primera opción y que antes lo habían intentado con una cebra. John Beautour, el director del circo, cuenta que "los ponis no aparecían y la cebra estaba cerrada, menos mal que el recinto estaba cerrado". Lo cierto es que la broma les ha costado varia denuncias.