David es de Riodeva, como cada mañana se va a la mina a trabajar. De los 25 trabajadores que tenía la empresa, él es uno de los cinco que quedan, aunque ya sabe que tiene los días contados.
El cierre definitivo de la mina de Sibelco está programado para finales de año. Sus trabajadores han estado luchando para evitarlo, pero no lo han conseguido. En total se pierden 25 empleos directos y 60 indirectos.
Con el cierre el peligro de su despoblación es alarmante, los trabajadores tienen que irse fuera a buscar trabajo.
Pedro ha visto como su facturación se reducía a más de la mitad en apenas un año. Misma situación que César, por la estación de servicio pasaban 90 camiones diarios. "Eran muchos litros todos los días, ha caído mucho", comenta.
En el colegio de Riodeva hay cuatro hijos de trabajadores, si ellos se van ponen en peligro la continuidad del centro. Un pueblo con el pulso cada vez más débil, en el que solo quedará gente mayor.