La madre de los niños asesinados en Godella, María Gombau, realizó un dibujo y escribió una carta durante las primeras horas que pasó en prisión tras ser acusada de matar a los pequeños, de tres años y cinco meses. La obra de la presunta asesina está siendo analizada por psiquiatras.

En la creación de la presunta parricida, una llama recorre verticalmente el folio cuadriculado. En el centro de ella, un rombo recoge la imagen de un árbol desde las raíces hasta la copa. Cuatro corazones rodean el tronco, cada uno de ellos con los nombres de un miembro de la familia: los menores Amiel e Ixchel, María y su pareja, Gabriel.

Dentro de la llama también se puede leer "ni la vida" y "ni la muerte": "Nada tiene sentido, nada ya me importa. Todo es y está", concluye la acusada.

Además, varios elementos rodean la bola de fuego, "las olas", "el fuego", "el dolor", "el agua", "la tierra" y "la curación". Entre ellos figuran varios proverbios que la propia madre de los menores parece marcarse a sí misma, como "respira" o "deja el tabaco". Por último, dos frases remarcadas resaltan en la representación: "Mi árbol sangrado" y "futuras raíces que tengo que rehacer".

María Gombau fue detenida horas después de la desaparición de sus hijos, cuando, tras una intensa búsqueda, fue hallada escondida dentro de un bidón. La madre de los menores se encuentran en prisión provisional y sin fianza junto a su pareja, ambos acusados de haber asesinado a sus hijos.