La cita de los obispos españoles con el papa en el Vaticano fue convocada tras la publicación del informe sobre la pederastia en la iglesia española realizado por el Defensor del Pueblo, el pasado 27 de octubre. Ese día, Ángel Gabilondo pedía más compromiso y transparencia a esta institución. "Durante muchos años ha predominado cierta voluntad de negación de los abusos o una voluntad de ocultamiento", reprochaba.

Casi un mes después, el pasado 24 de noviembre, el obispado español reaccionaba e informaba de que iban a indemnizar a todas las víctimas de abusos. Se incluían incluso los casos en los que no hubiera sentencia o en los que el agresor estuviera ya muerto.

"Si se llega a la convicción moral de que en esos casos ha habido un abuso sexual habrá también una indemnización integral", aseguraba César García Magán, portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, aunque no se aclaró cuándo comenzaría a ponerse en marcha esas reparaciones económicas ni baremos.

La convocatoria de este martes -en la que se ha hablado "estrictamente sobre los seminarios", según fuentes conocedoras del encuentro a laSexta- recuerda a la que el papa Francisco mantuvo en mayo de 2018 con los obispos de Chile, tras los escándalos de abusos sexuales en el país latinoamericano, una sesión que terminó con la dimisión de todo el episcopado chileno.

Los expertos, sin embargo, no creen que en este caso se produzca un terremoto de esa magnitud, pero consideran que lo que se hable influirá en la renovación de la cúpula de la iglesia prevista para los próximos meses. "Creo que el papa les va a dar instrucciones de cara a las elecciones previstas para marzo de 2024. El papa quiere una iglesia más abierta", explica Jesús Bastante, redactor jefe de 'Religión Digital'.

Según el informe del Defensor del Pueblo, 440.000 personas han sufrido abusos sexuales en el ámbito religioso en España.

Dos detenidos

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Todo empezó a la hora de la siesta, cuando llamaron a la puerta y aparecieron dos encapuchados: "Uno subió la escalera hacia arriba y el otro me empujó al salón y vio a mi marido hablando por teléfono".