Las carreteras de Madrid, Barcelona y Sevilla ya comienzan a sufrir la afluencia de vehículos en el arranque de la operación especial de Tráfico con motivo de las vacaciones de Navidad, durante las que se esperan alrededor de 17 millones de desplazamientos.

Poco antes del inicio del dispositivo para la primera fase de la operación, la circulación era intensa en Madrid en la A-2 tanto en sentido entrada como salida, así como en la A-1 a la altura de Alcobendas con destino a la capital.

Mientras, la A-6 sufría algún pequeño atasco en Las Rozas en ambos sentidos, con dos kilómetros de retención; y la A-4 en Valdemoro en sentido Cádiz.

En Barcelona, las vías más afectadas eran la B-10 y B-20 hacia el nudo de Trinidad en la Ciudad Condal y en Santa Coloma de Gramanet, y la C-32 en Esplugues de Llobreagt, mientras que en Sevilla la S-30 soportaba tráfico intenso entre los kilómetros 10 y 7 y la A-49 en Camas, y un accidente dificultaba la circulación en la A-4 en Córdoba hacia la capital hispalense.

Los viajes esta Navidad estarán más controlados por la Guardia Civil, que estrena material para detectar el consumo de alcohol y drogas al volante.

En concreto, la Agrupación de Tráfico de este cuerpo contará con 156 furgonetas para realizar controles de alcohol y drogas, 746 etilómetros y 500 lectores de drogas.

Unos nuevos vehículos que se suman a las 40 furgonetas ya en circulación desde este verano por las carreteras de las provincias donde se registra un mayor número de siniestros relacionados con el consumo de alcohol y drogas.

La operación especial de tráfico concluirá a las doce de la medianoche del día 7 de enero, un periodo en la que se esperan 17 millones de viajes distribuidos en diferentes fases.