En 2011 el pequeño Timmothy Pitzen desapareció sin dejar rastro a los ocho años en Ohio, Estados Unidos. No obstante, el pasado miércoles un joven aseguró que él era el niño y que había conseguido escapar de sus secuestradores.

El chico, que estaba asustado y presentaba heridas por el cuerpo, fue encontrado por una vecina deambulando por las calles de Kentucky. Éste le explicó que hace años había sido raptado y que acababa de huir.

Además, aportó información sobre los supuestos captores e incluso el modelo de coche en el que había sido introducido.

En ese momento los agentes le trasladaron al hospital de Cincinatti para realizarle una prueba de ADN que ha revelado finalmente su verdadera identidad.

En realidad se trata de Brian Michael Rini un exconvicto de 23 años que cuenta con antecedentes penales. Solo en 2018 fue arrestado cuatro veces por falsificación documental.

Las últimas personas que vieron a Timmothy Pitzen fueron sus profesores. El día de su desaparición su madre le sacó del colegio para hacer "un viaje por los parques de atracciones". Poco después ésta apareció muerta en su casa, presuntamente se había suicidado porque presentaba cortes en las muñecas, y había dejado una nota de despedida.

Del hijo no se volvió a saber nada. Los investigadores pensaron que podría haberle matado pero no había ni cadáver ni pistas que pudieran conducir a él.

Tras este suceso, el FBI de Louisville ha comunicado que "la investigación sobre la verdadera identidad de esta persona continúa": "La policía no ha olvidado ni olvidará a Timmothy, y esperamos que algún día lo reunamos con su familia. Desafortunadamente, ese día no será hoy".