Los bomberos del parque de Valdáliga (Cantabria) se vieron en una situación poco común al rescatar un coche que había quedado encallado en el mar, cerca de la orilla de la playa de Oyambre. Afortunadamente, no se reportaron heridos en el incidente.
El vehículo, ocupado por dos personas, fue avistado por los servicios de emergencia del Gobierno de Cantabria, quienes recibieron el aviso cerca de las nueve de la noche, según ha podido saber EFE. Los bomberos, equipados con trajes de neopreno, se adentraron en el agua para colocar cuerdas alrededor del automóvil y lo extrajeron con la ayuda de una carretilla elevadora proporcionada por un vecino de la zona.
La escena tomó un giro inesperado cuando se descubrió que los propietarios del vehículo estaban observando la operación desde un chiringuito cercano, aparentemente sin darse cuenta de la situación. Juan Manuel Sánchez, jefe del parque de bomberos del 112 de Cantabria, ha expresado su sorpresa ante la "imprudencia" de los propietarios, quienes "se encontraban disfrutando de una comida" mientras los bomberos aseguraban su coche.
El vehículo, según testigos presenciales y marcas en la arena, aparentemente había sido utilizado para realizar maniobras peligrosas en la playa, lo que llevó a su posterior inmersión en el mar.
La Guardia Civil está considerando presentar cargos contra los propietarios por delitos relacionados con el medio ambiente, así como por infringir las leyes de seguridad vial y costera.
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