La Guardia Civil ha salvado la vida a un bebé recién nacido que presuntamente habría sido abandonado por su madre en un camino de la localidad alicantina de San Isidro, poco después de dar a luz en una vivienda en ruinas.

El recién nacido fue hallado oculto entre unos bidones, aún unido al cordón umbilical y con síntomas de deshidratación, aunque respiraba con normalidad. Los agentes que lo encontraron han destacado que en ese momento "el sol pegaba plenamente sobre el niño" y que, de hecho, "la primera impresión fue que el niño no estaba con vida".

Tras comprobar sus constantes vitales y ver que reaccionaba, los guardia civiles avisaron a los servicios sanitarios y el pequeño fue trasladado en ambulancia al hospital, donde ha sido ingresado en la Unidad de Neonatos. Los agentes han relatado posteriormente que posteriormente les comunicaron que "se encontraba estable" y "se estaba recuperando bien", lo cual supuso para ellos "la mayor alegría".

La madre, detenida y enviada a prisión

Por su parte, la madre del niño, de 39 años y nacionalidad suiza, ha sido detenida y ya ha ingresado en prisión provisional por un presunto delito de abandono de menores.

El suceso ocurrió sobre las 15:00 horas del pasado sábado, cuando el conductor de un camión avisó a la Guardia Civil de que había visto a una mujer que caminaba con las piernas manchadas de sangre y llevaba en los brazos una especie de hatillo de mantas.

Una patrulla de Almoradí se desplazó hasta el lugar, un descampado aledaño a un polígono industrial de la localidad alicantina de San Isidro. Allí, encontraron a una mujer, aparentemente bien, que negaba la historia aportada por el testigo y que se opuso a ser asistida por el equipo sanitario que también había acudido a la zona.

Según el relato de los agentes, no quería responder a sus preguntas y negó que hubiera niño alguno o que hubiera dado a luz hace poco. Al inspeccionar el lugar, los agentes vieron unas mantas enrolladas tras unos bidones, donde encontraron el bebé.

Noa se recupera en el hospital

Por ahora, el recién nacido, a quien los enfermeros del hospital han bautizado como Noa, sigue hospitalizado, aunque su estado de salud general es bueno. Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Fiscalía de Menores, que decidirá sobre el destino del bebé, por ahora bajo la tutela de la Generalitat Valenciana.