La madre y una niña de 14 años son las únicas supervivientes de esta familia que ha perdido a tres de sus miembros: el padre, una niña de nueve y otro hermano de 16 años.

Según la información de Diario Sur el testimonio de la hermana ha sido clave para entender qué pasó. La joven ha relatado a la Guardia Civil que ella se encontraba jugando con la pequeña en la zona de la piscina cuando esta sufrió un resbalón y cayó en la parte más profunda. Aunque dijo que habían recibido algunas clases de natación en su país (son turistas británicos) explicó que siempre ha sido en la zona que no cubre de la piscina.

Al caer su hermana al agua, y no poder salvarla, alertó de lo que había pasado y llegó el hermano de 16 años que se tiró al agua. A pesar de su 1,90 de estatura, este también tuvo problemas en el agua al llegar a la zona profunda. Poco después llegó el padre, pero la joven no llegó a verle meterse al agua porque se fue a buscar algún salvavidas para ayudar a su familia.

El padre era pastor en una parroquia londinense que ha mostrado sus condolencias a la familia a través de un comunicado.

Ninguno de los tres sabía nadar por lo que murieron ahogados. La Guardia Civil realizó pruebas en motores y válvulas, tomaron muestras de agua y no hallaron irregularidades. Las primeras pruebas determinan que se trata de un trágico accidente debido a la falta de pericia de las víctimas al nadar.

Se descarta así la hipótesis que apuntaba a algún problema con el sistema de succión. En una primera inspección los submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil realizaron una evaluación y apreciaron una leve succión, pero que no sería suficiente para arrastrar a tres personas que supieran nadar.