Europa ha registrado en el primer semestre de 2018 más casos de sarampión en adultos y niños (41.000 en total) que en cualquier año de esta década, según ha informado la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El récord anual databa del 2017, cuando se registraron 23.927 casos, y la cifra más baja, en 2016, con 5.273, ha alertado la OMS en un informe que incluye a los 53 países de la región europea (los 28 de la UE, Rusia y otros de Europa del Este), con una población aproximada de 900 millones de habitantes.
En siete países se han dado la mayor cantidad de afectados: Francia, Georgia, Grecia, Italia, Rusia, Serbia y Ucrania, este último líder destacado con más de 23.000 casos. Los informes mensuales aportados por los estados miembros han recogido 37 muertes por sarampión en lo que va de año, con Serbia con el mayor número de víctimas.
La directora regional de la OMS, Zsuzsanna Jakab, ha explicado en un comunicado que "estamos viendo un aumento dramático en las infecciones y los brotes. Pedimos a todos los países que implementen inmediatamente medidas apropiadas al contexto para detener la propagación de esta enfermedad”.
Según las últimas cifras de la Comisión Regional Europea para la verificación de la eliminación del sarampión y la rubeola, 43 de los 53 países miembros han interrumpido la trasmisión endémica de la primera enfermedad, y uno menos, la de la segunda. A la vista de estos datos, la Comisión ha expresado "su preocupación sobre la vigilancia inadecuada de la enfermedad y la baja cobertura de inmunización en algunos países".
"Debemos celebrar nuestros logros sin perder de vista a los que aún son vulnerables y cuya protección requiere nuestra atención urgente y permanente. Podemos detener esta enfermedad mortal, pero no tendremos éxito a menos que todos hagan su parte: inmunizar a sus hijos, a sí mismos, a sus pacientes, a sus poblaciones, y también recordar a los demás que la vacunación salva vidas", concluye Jakab.
"Le habían lavado el cerebro"
De California a Manresa para rescatar a su hermana de una secta: "El cura me agarró y me tiró al suelo"
El contexto Adriana di Gerónimo se enteró de que su hermana estaba recluida en una congregación católica que había recibido denuncias por abusos sexuales. Al recibir la noticia, no dudó en dirigirse a Manresa para ayudarla.