La reconstrucción del triple crimen machista de Valga, Pontevedra, en el que José Luis Abet acabó con la vida de su exmujer, su excuñada y su exsuegra con más de diez disparos, desliza que la secuencia de los hechos no fue tal y como se planteó en un primer momento.

Según informa 'La Voz de Galicia', el asesinó no mató a las tres mujeres en el mismo momento: entre el asesinato de su exmujer y el de las otras dos víctimas pasó un intervalo de tiempo que el agresor aprovechó para huir en coche.

José Luis llegó a la que fue su casa familiar sobre las 7:30 horas y allí estuvo merodeando e increpando a su exmujer, Sandra Boquete. Ella estaba asustada y avisó a su madre y a su hermana.

Antes de que ellas llegaran a la escena del crimen, el agresor disparó dos veces en el cuello de la víctima y una en el pecho. Su exmujer murió en el acto y el asesinó abandonó el lugar pasadas las 8:00 de la mañana en su coche.

En su huida se cruzó con el coche en el que iban su suegra y su madre en dirección a la casa. Sólo había recorrido medio kilómetro y en ese momento decidió dar la vuelta para interceptarlas.

Su excuñada, Alba y Elena, la exsuegra, llegaron a la casa y vieron la escena del crimen, pero enseguida llegó el asesino entre acelerones y sobre las 8:20 horas de la mañana realizó al menos ocho disparos contra ambas. Acabó con sus vidas.

Cuatro vecinos vieron y escucharon la escena desde sus ventanas. "Ve a José Luis Abet deambulando en la finca de Sandra de un lado hacia otro, sin sentido, actitud muy nerviosa. Ve que sube al coche abandonando la zona. Pasado un corto espacio de tiempo ve circulando, en sentido contrario de la marcha que llevaba José Luis, primeramente un vehículo de color oscuro (con Alba y María Elena), y siguiendo a este coche venía el que podría ser de José Luis", declaró una de las vecinas ante la Guardia Civil.

Después de ese episodio, la testigo volvió a "escuchar varios disparos" y vio a José Luis "braceando y gesticulando como si estuviera hablando con alguien".

Para cometer este atroz crimen, el presunto asesino utilizó un revólver del calibre 32 para el que carecía de licencia. Los dos hijos pequeños de la expareja presenciaron el crimen de su madre, abuela y tía y escaparon corriendo a casa de una vecina.