Justo antes de reciclar, un pequeño gesto puede ser recompensado. Tan solo es necesario una foto al código de barras de cada lata o botella de plástico de bebidas que utilizamos. Porque si prácticamente a diario utilizamos el móvil para desplazarnos, para comprar comida o pedirla a domicilio o para pagar... ¿por qué no hacerlo, entonces, para reciclar?

Bajo esa premisa surgió 'Reciclos'. "Cuando queramos reciclar o una botella de plástico de bebidas o una lata, lo que tenemos que hacer es hacerle una foto al código de barras del envase, y cuando vamos al contenedor le hacemos también una foto al QR que está en el contenedor amarillo", ha explicado a laSexta Nieves Rey, directora de Comunicación Corporativa de Ecoembes.

Así funciona el Sistema de Devolución y Recompensa: 'SDR', que premia el compromiso ambiental de todos aquellos que deciden contribuir con la sostenibilidad del planeta. "No te quita más de un minuto. Es bastante sencillo integrarlo en la rutina. Una vez que coges el hábito, es muy directo", ha señalado Igon Agea, usuario del proyecto ‘Reciclos’.

Tan directo que, nada más hacerlo a través del teléfono, esta pequeña acción se transforma en puntos. "Automáticamente, nos dan un RECICLO, que es una moneda virtual que podemos convertir en un incentivo sostenible”, ha apuntado Nieves Rey; incentivos relacionados con la ecología y el respeto al medio ambiente.

Por ejemplo: billetes de transporte, monopatines o alquiler de tiempos de bicicletas, pero también incentivos sociales que apoyen proyectos en nuestro entorno; nuestra localidad o nuestro propio barrio. Y no solo podemos hacerlo desde casa o en el contenedor más cercano. Se instalarán contenedores inteligentes en estaciones de tren, autobús y aeropuertos donde depositar esas latas y botellas de plástico de bebidas y recibir a cambio nuestra recompensa por reciclar.

'Reciclos' es una realidad en varios municipios españoles desde 2019. En 2020 llegará a siete Comunidades Autónomas y en 2021 estará ya presente en casi todo el territorio del país. Un simple gesto en el presente con consecuencias más que positivas para el futuro.