Comienzan las vacaciones y viajamos más que nunca. Este verano, durante los meses de julio y agosto, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha previsto 90 millones de desplazamientos de largo recorrido, pero los aeropuertos y las estaciones de tren también se llenan. Nadie quiere quedarse en casa. Cada fin de semana, un lugar diferente.

Aprovechamos los días en las fiestas del pueblo, respirando el aire puro en la montaña o dejándonos llevar por la marea en cualquier rincón costero. Nos olvidamos del estrés y de las rutinas laborales, pero no podemos olvidarnos nunca de reciclar. Si queremos disfrutar de la naturaleza, debemos respetarla. El reciclaje debe ser nuestro fiel compañero de viaje allá donde vayamos. Y comienza en el trayecto.

Haces las maletas y emprendes el viaje. Por fin. Si has decidido moverte en coche al más puro estilo 'road trip' americano, recuerda no tirar colillas ni nada por la ventanilla porque además de contaminar, puedes provocar un accidente o un incendio, y el acto podría suponerte una multa de 200 euros y cuatro puntos menos en el carnet de conducir.

En España hay 383.974 contenedores amarillos y 217.170 azules

Si tu camino es hacia Santiago y lo emprendes a pie, deberías ser un buen 'ecoperegrino' y guardar los envoltorios y envases para tirarlos después. Una buena idea es colgar una bolsa amarilla en la mochila para guardar tus residuos y también para recoger los que te encuentres por el camino. Los ecoalbergues te dan la bolsa y el mosquetón para colgarla, así que no hay excusa para no colaborar en el cuidado del medio ambiente. Un pequeño gesto que puedes trasladar a cualquier excursión.

Los aeropuertos también te lo ponen fácil: los de mayor afluencia ya disponen de todo lo necesario para separar los residuos de forma adecuada. Y una vez aterrizados en nuestro destino, lo primero que debemos hacer es localizar los contenedores de recogida selectiva próximos. En España hay 383.974 contenedores amarillos y 217.170 azules distribuidos por todo el territorio español, según Ecoembes, la organización medioambiental que coordina el reciclaje de envases en España. No parece difícil encontrarlos, ¿verdad? Un pequeño gesto para empezar con buen pie las vacaciones.

En la playa o en la montaña: se recicla siempre igual

La playa es uno de los destinos turísticos más escogidos para relajarse en vacaciones. No importa si es el Cantábrico o el Mediterráneo, los pueblos costeros se llenan de visitantes, y es evidente: cuantas más personas, más residuos. Residuos que nunca deben acabar abandonados en la arena o en el mar, ya que es más fácil de lo que imaginamos que los residuos acaben en el fondo del océano alterando el ecosistema marino y su biodiversidad. Si no tienes la papelera adecuada cerca, guárdalos en una bolsa y deposítalos después en el contenedor correcto o en casa.

¿En casa? Ya sé lo que estás pensando, el alojamiento que has elegido para tus vacaciones no tiene cubos para separar los residuos y no puedes reciclar. Pues eso no sirve de excusa porque la solución es fácil: ubica un par de bolsas en algún lugar del alojamiento y listo. Ya puedes reciclar como en casa.

Cogemos un libro, la merienda y subimos al monte a respirar aire puro. El entorno es precioso, pero de repente, nos encontramos una lata tirada en mitad del camino. Sí, no es nuestra 'basuraleza', pero lo mejor es que la recojamos, la metamos en nuestra mochila y la llevemos al contenedor amarillo. Así podremos disfrutar con la conciencia más feliz del eco de la montaña mientras la brisa mece las hojas de los árboles y una mariposa revolotea.

Parece muy evidente que no se pueden tirar latas, ni envases, ni armarios, ni mecheros ni nada de nada en los espacios naturales, pero no es indudable para todos. Si lo fuera, el 'proyecto Libera' nunca hubiese contabilizaron 83 toneladas de basura en una jornada de recogida en montes, embalses y mares el pasado mes de junio. Toneladas de residuos que, además de tener un impacto perjudicial en el medio ambiente, pueden ocasionar incendios forestales. Lo mejor es que evites fumar y no arrojes las colillas, cualquier otro material combustible o residuo en la naturaleza, como recomienda la Guardia Civil.

Días largos y noches cálidas hacen del verano una época propicia para disfrutar de la música en directo. Desde Bilbao hasta Benicàssim, decenas de festivales salpican nuestro territorio en la temporada estival y movilizan a miles de personas. Buena música y diversión, pero también muchos vasos y botellas de plástico. Más de las que nos imaginamos.

Cantamos con el vaso en la mano, brindamos y bebemos. Bailamos, terminamos la bebida y el vaso de plástico al suelo. ¿En serio? ¡No! Siempre al contenedor amarillo, como buenos #Ecofestivaleros. Porque reciclar en los festivales no es complicado. Ecoembes te lo pone fácil. El año pasado colocó 5.498 papeleras y contenedores para que todos los festivaleros y festivaleras pudieran mantener su hábito de reciclaje. Y se recogieron 375 toneladas de residuos de envases en el medio centenar de festivales en los que Ecoembes estuvo presente. ¿Te imaginas tal cantidad de envases en el suelo y sin la oportunidad de tener una segunda vida?

Proceso de producción de una mochila a partir de cámaras de neumáticos.

España es un país de contrastes, así que podemos ir por la mañana a la playa, por la tarde a la montaña y pasar la noche en una fiesta popular. Pero vayas donde vayas, no te olvides de cuidar el medio ambiente: reciclando, pero también no malgastando los recursos naturales. No importa que estés en un hotel o en un apartamento: no desperdicies el agua y vigila siempre el consumo eléctrico. Como si estuvieras en casa. Y si tienes cualquier duda en cuanto a reciclaje se refiere, si hablas castellano, gallego, euskera o catalán, siempre puedes consultar el asistente de reciclaje A.I.R.E.