El joven de 23 años se encuentra en coma inducido tras sufrir un paro cardíaco durante una intervención de apendicitis. Los padres aseguran que se cometió una negligencia "al no colocar correctamente el tubo de respiración", según adelanta El País.
Su hijo estuvo 15 minutos en paro cardíaco y aunque lograron reanimarle, se percataron de que no respondía a los estímulos. Entonces, le indujeron el coma.
El padre pide que se le suministre vitamina C por vía intravenosa, así como otros tres preparados. En el hospital de la Fundación Jiménez Díaz se negaron a suministrárselos. Por ello, acudió a los juzgados de Plaza Castilla para pedir al juez de guardia que permitiese el tratamiento.
La magistrada María del Sagrario Herrero considera que el tratamiento que demanda el padre "tiene en todo caso un carácter paliativo que en ningún modo mejorará la situación del paciente o revertirá el coma en el que se encuentra".