El de Juana Rivas no es el primer dictamen polémico del juez Manuel Piñar. Ya en el año 2017 impuso tres años de cárcel y retiró la patria potestad a otra madre que huyó con su hijo a Francia, porque el pequeño decía que su padre le pegaba: "Una clara intención de privar al progenitor de la guarda y custodia y por otro de incumplir la sentencia judicial", se puede leer en la sentencia.

Castigo similar al impuesto a Juana, cuando el juez consideró que ella había utilizado la violencia machista como herramienta para justificar su huída: "Se percata de que hay un escollo importante con la guardia y custodia. Decide explotar el argumento del maltrato", leemos en la sentencia a Juana Rivas.

Aunque, tal y como recoge 'El País', ya en 1999, Piñar rebajó la indemnización a una joven al considerar que la cicatriz dejada por un accidente podía ser "atractiva" y que solo se veía en situaciones íntimas o en traje de baño.

En 2009, condenó a una mujer a pagar las costas del juicio tras considerar que denunció a su marido por venganza y en 2011 refirió en una sentencia el "excesivo celo ideológico de proteger a la mujer" por parte de la Fiscalía.

Para la ministra de Defensa, Margarita Robles, los jueces deben argumentar pero no descalificar: "Que los jueces en sus sentencias se tienen que limitar a argumentar, a motivar, pero no hacer descalificaciones a nadie".

Mientras, las muestras públicas de apoyo a Juana Rivas se suceden en las calles y en Internet: una petición online impulsada por asociaciones feministas demanda que el Gobierno de Pedro Sánchez otorgue el indulto.