El Hospital Clínic de Barcelona realizó el pasado 5 de octubre el primer trasplante de útero en España. La controvertida operación, que no contaba con el visto bueno de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), permitirá ser madre a una mujer con el sindrome de Rokitansky, un trastorno congénito del aparato reproductor femenino, que recibió el útero de su hermana viva. Ambas se encuentran en buen estado tras el trasplante, aseguran desde el hospital barcelonés. La mujer receptora incluso ha completado su primer ciclo menstrual.

La Organización Nacional de Trasplantes, dependiente del Ministerio de Sanidad, confirma a laSexta.com que existían algunas discrepancias con el hospital ante esta operación pionera, aunque el organismo público y el hospital llevaban más de un año trabajando en un protocolo que ya se había presentado en la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial de Salud, que todavía no había dado luz verde a la intervención.

"Es justo decir que el hospital había atendido todas nuestras consideraciones y mejorado el protocolo, aunque quedaban por definir algunas cuestiones que no teníamos claras", explica a laSexta.com la directora de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil.

En concreto, la ONT discrepaba con el hospital en tres cuestiones. Por seguridad, prefería que el útero procediera de una donante cadáver. Y en el caso de que finalmente fuese una donante viva, que esta tuviera más edad y estuviera próxima a la menopausia. Además, no consideraba urgente acometer esta operación experimental en una situación de pandemia.

"Nuestro objetivo es la mayor protección de las personas implicadas, desde una perspectiva ética como de seguridad, aunque haremos un seguimiento al caso", añade Domínguez-Gil.

16 horas de operación

El Clínic de Barcelona ha tardado dos meses en desvelar esta operación de "alta complejidad" en la que participó un equipo multidisciplinar de más de 20 personas, entre ellos ginecólogos y cirujanos de trasplante dirigidos por el jefe del Servicio de Ginecología del hospital, Francisco Carmona, y el jefe del Servicio de Urología y de Trasplante renal, Antonio Alcaraz. Con la intervención culminaban cinco años de trabajo e investigación sobre la viabilidad de esta cirugía.

Tener el síndrome de Rokitansky, una malformación que afecta a una de cada 5.000 mujeres en el mundo e impide la correcta formación del útero, es el requisito principal para optar a este tipo de intervención. El centro hospitalario afirma que la receptora del primer trasplante de este órgano en España era la única candidata compatible de las 30 mujeres que se presentaron.

El trasplante de útero se divide en dos fases: la extracción del útero realizada mediante cirugía robótica, para ser lo menos invasiva posible, y su posterior implantación con una cirugía abierta. Para la extracción del útero de la mujer donante se emplearon 12 horas, y otras cuatro fueron necesarias para la implantación en la mujer receptora, precisan desde el Clínic de Barcelona.

La mayor dificultad de la operación se encuentra en la extracción del útero en la donante al ser "un órgano complejo con pobre vascularización de las arterias y un gran entramado de venas de las que hay que buscar las mayores para drenar la sangre que llega al útero", según el doctor Antonio Alcaraz.

Posiblidad de embarazo

Dos meses después, la evolución de las dos hermanas que participaron en el trasplante ha sido buena, asegura el hospital, y la receptora ha tenido su primer ciclo menstrual, demostrando la funcionalidad del órgano trasplantado. En unos meses se le implantará un embrión fecundado 'in vitro' para intentar que sea madre.

"En el caso de que se quede embarazada se mantendrá a la receptora con fármacos inmunosupresores hasta un segundo embarazo. Una vez haya completado su deseo de ser madre se le retirará el útero por laparoscopia después del segundo parto, siempre y cuando sea este su deseo gestacional", explican desde el hospital catalán.

Los aproximadamente 70 trasplantes de útero realizados hasta ahora en todo el mundo han permitido el parto de más de una veintena de recién nacidos vivos. El primer nacimiento tras trasplante de útero de una donante viva tuvo lugar en Suecia en 2014 en el Hospital Universitario de Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo dirigido por Mats Brännström.