El fiscal José Perals ha elevado a definitiva la pena de dos años de cárcel para cada uno de los doce raperos al entender que las canciones que difunden a través de su cuenta de Youtube hacen apología del terrorismo.

Sin embargo, los acusados han alegado al término de la segunda sesión de vista oral que lo único que hacen es "expresar sentimientos a través de la música". Además también han defendido que han tocado en actos determinados, como desahucios, y que son muchas las personas que comparten sus canciones.

"Yo no conozco a nadie que haya escuchado una canción nuestra y haya hecho un acto terrorista", ha dicho uno de ellos mientas que otro joven ha asegurado ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala lo Penal que no son terroristas ni delincuentes sino "personas que, a diferencia de otras, les duelen las cosas y luchan para cambiarlas".

Los músicos ya fueron citados en noviembre del año pasado en la Audiencia Nacional ante la magistrada Carmen Lamela, aunque se negaron a declarar. Agentes de la Policía, en coordinación con la Comisaría General de Información, desarrollaron a finales del pasado año una operación a nivel nacional contra el colectivo por producir y difundir canciones que, según indicaron, hacen proselitismo de la violencia y ensalzan a organizaciones terroristas como los GRAPO.

En concreto, el operativo se desarrolló contra trece integrantes del grupo por delitos de enaltecimiento del terrorismo, asociación ilícita y contra las instituciones del Estado por sus letras que promueven de forma expresa, según informaron fuentes policiales, el odio y la violencia contra colectivos e ideologías que son afines a grupos radicales.

Al término del juicio, que ha quedado visto para sentencia, un grupo de seguidores les ha recibido a las puertas de la Audiencia Nacional con gritos de apoyo y cantando algunas de sus canciones.