El exdirector de Sistemas de Salud de la OMS, Rafael Bengoa, ha defendido un nuevo confinamiento en España como una manera de bajar la incidencia del coronavirus y ha sido tajante sobre el impacto que va a tener la llamada 'cepa británica' en el país: "Va a hacer que nos parezcan buenas las anteriores".

"La variante inglesa del COVID-19 va a hacer que nos parezcan buenas las cepas anteriores", ha dicho a preguntas de Carlos Alsina en 'Más de Uno'.

El cofundador del Instituto de Salud y Estrategia de España (SI-Health) ha subrayado que un "confinamiento corto" sería de gran efectividad contra la enfermedad, ya que en marzo se pudo comprobar que esa medida tuvo el efecto deseado para controlar la pandemia: "Se está pidiendo por nuestra parte, desde hace dos meses, confinamientos más cortos que nos permitiría bajar a 100-150 la incidencia acumulada".

"Hay muchas razones para hacer un confinamiento domiciliario, entre ellas que no se ayude al virus a encontrar nuevas variantes y contagie más", ha expuesto.

Medidas 'light' en Navidad

Además, el exconsejero vasco de Salud ha criticado las limitaciones tan laxas que se adoptaron en Navidad y que han conducido a esta situación, con la enfermedad desbocada: "En Navidad hubo restricciones que se decían que eran fuertes y ya hemos visto el efecto", ha dicho, para subrayar que esto demuestra que las medidas flojas no valen para parar la expansión del COVID-19: "¿Por qué pensamos que un poquito más de esa versión light va a funcionar ahora si no ha funcionado en las Navidades? Necesitamos algo más fuerte".

"Intentar convivir ahora con el virus y con estos datos es convivir con una mortalidad alta y con la posibilidad de nuevas variantes o que se instale esta, que está desplazando a la que ya tenemos que nos parecerá hasta buena", ha argumentado Bengoa.

"Intentar compatibilizar la pandemia y la vacunación va a costar"

Con respecto a la vacunación, el experto sanitario ha defendido que hay que "habilitar espacios distintos para la vacunación" con la atención primaria al mando, pero ha restado optimismo: "Esto no lo arregla un proceso de vacunación de manera inmediata".

"Confinamientos cortos nos harían controlar mejor la vacunación. Ahora, intentar hacer compatible el control de la epidemia con estos datos y un proceso de vacunación va a costar", ha insistido.

Sobre las opiniones de algunos científicos que defienden aplicar la primera dosis al mayor número de gente posible y que la segunda llegue más tarde de los 21 días recomendados, Bengoa se ha mostrado totalmente en contra: "Si a un paciente con cáncer le damos la mitad de la quimioterapia no vamos a ver el mismo resultado, con esto es parecido".