Una de cada cuatro personas en España, o lo que es lo mismo, 12 millones de personas, están en riesgo de pobreza en nuestro país. Manuel Hernández, del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid, dice que esto "refleja el porcentaje de población que tiene unos ingresos inferiores al 60% de la mediana del país". Esto es, por ejemplo, un hogar con un adulto que ingrese menos de 739 euros al mes o 370 euros si hablamos de pobreza severa.
España es el sexto país de la Unión Europea con la tasa de riesgo de pobreza más alta: un 21,5%, solo por detrás de Rumanía, Bulgaria y los Países Bálticos. En el lado contrario se encuentra la República Checa.
Diferencias entre Comunidades Autónomas
Las diferencias también existen entre Comunidades Autónomas de España. En el extremo rojo se encuentra Extremadura, donde, según un estudio, la mitad de la población no puede permitirse una semana de vacaciones. En el otro extremo está el País Vasco. "Podríamos hablar de un eje norte-sur donde hay un norte con menos pobreza y un sur más pobre", expresa David Rodríguez, del equipo de Estudios de Cáritas.
¿A qué perfiles afecta?
Carlos Susías, presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, afirma que "más del 80% de las personas pobres en España son españolas" y critica que "se crean unos bulos que lo que hacen es invisibilidad la pobreza real que hay" en el país.
Uno de cada tres tiene estudios medios o superiores aunque, tal y como indica Manuel Hernández, del Colegio de Politólogos y Sociólogos de Madrid, "tener estudios superiores reduce considerablemente esta tasa de pobreza hasta el 9%".
Pobreza tampoco es sinónimo de desempleo. Y es que un tercio de quienes la sufre son trabajadores. En este sentido, David Rodríguez, del equipo de Estudios de Cáritas indica que "las causas hay que buscarlas en lo precario del mercado laboral con altas tasas de temporalidad y salarios bajos".
También preocupa la tasa de pobreza infantil, la segunda mayor de la Unión Europea, con un 26,8% en riesgo de pobreza. La situación es todavía más dramática en hogares monoparentales, donde el 42,9% de los niños está en riesgo de pobreza.