Plástico fresco de la costa de Denia: ese es el principal componente de las aguas de la ciudad alicantina, y por eso se ha convertido en la denuncia de los pescadores, que el año pasado recogieron con sus redes 6000 kilos.

La contaminación marina es uno de los aspectos que más preocupa al Gobierno en su último perfil ambiental: en los últimos cinco años, el 72% de la basura que llega a nuestras playas es plástico.

En tierra, el 30% de la superficie de España sufre procesos erosivos medios o altos. Sobre calidad del aire, España emitió el año pasado 333 millones de toneladas de dióxido de carbono, aunque la reflexión es positiva: la cifra se ha reducido un 15 por ciento en los últimos 30 años, sobre todo por la mejora en las calderas, los coches menos contaminantes y el impulso del transporte público.

El reciclaje, por último, es la asignatura pendiente de España. Aunque hay una buena tasa según el Gobierno, un 34%, está muy lejos de la exigencia de Europa de llegar al 50% antes de 2020.