Cecilia Hailey y Chekarey Byers, dos exprofesoras afroamericanas de Donda Academy, el colegio cristiano fundado por Kanye West, han demandado por discriminación racial al centro y aseguran haber sido despedidas de manera injusta. La expulsión se produjo después de haberse quejado ante la dirección de que la escuela, ubicada en Simi Vallery (California), incumplía normativas estatales sobre salud, educación y seguridad, aseguran las demandantes.

Ambas eran las dos únicas docentes afroamericanas del centro, propiedad de Kanye West, también afroamericano. Según la demanda interpuesta contra el colegio, el propio West y tres directores del centro, las maestras tenían sueldos considerablemente inferiores a lo que habían pactado cuando fueron contratadas.

Hailey y Byers han sacado a relucir públicamente los serios problemas de acoso escolar y de agresiones físicas entre los alumnos y hacia los profesores que suceden en este centro. La institución tampoco cuenta con servicios de limpieza, ni conserje ni enfermera, además de que tiene almacenados medicamentos caducados.

El único alimento permitido en la escuela es el sushi, aseguran, y están prohibidas las hojas para colorear y los crucigramas. Los alumnos tienen que sentarse en cojines, ya que las aulas carecen de sillas, mientras que los maestros deben permanecer de pie o usar taburetes, detallan. Además, los estudiantes tienen que vestir de negro y no pueden utilizar ropa de las marcas Nike y Adidas.

Los comentarios racistas y antisemitas de Westson ampliamente conocidos y ya han provocado que haya perdido millones de dólares en contratos con marcas, que han cancelado los acuerdos que tenían con el rapero.