Nelson Antonio Moreno Bolaños, el presunto asesino en serie de hombres de Bilbao, se entregó este jueves en una comisaría de la Ertzaintza de Irún tras ver su fotografía publicada en redes sociales.

Se le investiga por cuatro muertes que, en un principio, parecían naturales. Son casos en los que resulta complicado encontrar pruebas criminales, pero los investigadores cuentan con varios elementos.

El primero de ellos es la mochila que el presunto asesino se dejó en casa de una víctima, después de intentar estrangularla y salir a la carrera. En ella los agentes habrían hallado el pasaporte de Nelson, pieza clave para llegar a su identificación, y también una botella con restos de GHB o éxtasis líquido.

La autopsia del fallecido también es reveladora. Los forenses han hallado restos de GHB en la sangre de un hombre que murió en octubre y que habría quedado con Nelson. Y eso también podría relacionarle con más muertes que se están investigando.

Los agentes tratan ahora de averiguar si también hay restos de éxtasis líquido en sus cuerpos. Se les habría hecho autopsia, por encontrarse solos en el momento muerte, y la sangre se habría conservado.

Los cajeros son otro punto clave: un hermano del la víctima mortal descubrió solo unos días después del fallecimiento que le habían desvalijado las cuentas. Su presunto asesino sacó dinero, varios miles de euros de varios cajeros. Por eso, la policía analiza las imágenes de las cámaras de esos cajeros.

Por último está la app de citas gay: tanto el hombre que sobrevivió al intento de estrangulamiento como la víctima mortal y otras tres víctimas que se investigan habrían quedado con Nelson a través de esa app de contactos.

Es otro punto de unión y que a priori le relaciona directamente con las víctimas. Según 'La Vanguardia', la aplicación de citas 'Wapo' está colaborando intensamente con los investigadores, tratando de localizar uno por uno a todos los hombres con los que se citó Nelson David para comprobar si están vivos o muertos.