El incendio que afecta desde el viernes a la sierra de Mijas (Málaga) y a los municipios de Alhaurín el Grande y Alhaurín de la Torre, ha provocado la presencia de pirocúmulos que han sido captados por las cámaras. Estas formaciones no han pasado desapercibidas, por lo que explicamos en qué consisten y por qué son tan peligrosas.

Los pirocúmulos son nubes que se forman durante los incendios, aunque no suelen ser frecuentes -no aparecen siempre-. Debido a la presencia del fuego, la superficie se calienta y se alcanza altas temperaturas. La diferencia de temperatura entre la base de la nube y su tope, -su techo-, es muy grande. Por lo tanto, cuando existe esta diferencia de temperaturas se genera convección y esto, a su vez, provoca corrientes de aire ascendentes.

El motivo de la peligrosidad de estas nubes se debe a que las corrientes de aire súbitas ascendentes pueden arrastrar materiales que están ardiendo, como hojas o ramas incandescentes. Al llegar a la parte alta de la nube salen proyectadas a cientos de metros.

Esta circunstancia puede derivar en la generación de nuevos focos del incendio en otras zonas lejanas, a cientos de metros. Además, también podrían rodear a los equipos de extinción y cortarles la vía de escape.