Todos los residuos que acumulamos en nuestra casa y que después tiramos al contenedor amarillo llegan en camiones a la zona conocida como 'la playa', en centros de tratamientos de residuos.

"Lo primero que hay que tener muy claro es que todo lo que echamos al contenedor amarillo se separa para después reciclarse. Lo que se hace es trasladarse desde el camión a una instalación y en el interior se separa por tipos de material", explica Cristina Muñoz, de Ecoembes.

El primer paso en una planta de selección es eliminar todos esos materiales que nunca debieron llegar al contenedor amarillo y después empezar la selección por los materiales que sí nos interesa separar: los metales por un lado, los plásticos por otro y los envases tipo brick.

Los envases metálicos se separan con imanes en acero y aluminio y los envases de plástico se separan a través de separadores ópticos en diferentes tipos de plástico.

"Una vez tenemos todo el material separado por tipos, el siguiente paso es comprimir esos materiales ya seleccionados para crear 'balas' y mandarlos al reciclador. Ellos serán quienes se encargarán de reciclar esos envases que tiramos al contenedor amarillo para convertirlos en una nueva materia prima y darles una segunda vida", detalla Muñoz.