El herpes zóster afecta al 20% de la población. Se trata de una enfermedad producida por el mismo virus que la varicela, según explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) en su página web.
Esta enfermedad también es popularmente conocida como culebrilla o fuego de San Antonio.
¿Qué es el herpes zóster o culebrilla?
El Semi explica que el herpes zóster es "una enfermedad producida por una reactivación del virus latente varicela-zóster, que afecta a los nervios periféricos y a la piel, donde puede producir pequeñas ampollas dolorosas en forma de anillo agrupadas a lo largo de la zona de distribución del nervio (dermatoma)".
Así, la culebrilla es una reactivación del virus de la varicela a nivel de los ganglios nerviosos "donde permanece en estado latente para irrumpir en determinadas circunstancias de salud en forma de herpes zóster".
¿Cuáles son los síntomas del herpes zóster o culebrilla?
El picor, el dolor o la sensación de quemazón son algunos de los posibles síntomas del herpes zóster, según explica la Clínica Universidad de Navarra.
Así, el paciente puede notar una sensación de picor o dolor en un territorio cutáneo que afecta, preferentemente, el tronco. A los cuatro ó cinco días, se suele convertir en un enrojecimiento de la piel "sobre el que brotan unas vesículas que se disponen agrupadas". En esta fase, la citada fuente señala que es altamente contagioso, pues el virus se encuentra dentro de las vesículas.
Al paso de los 7 a 10 días esas lesiones se secan y forman unas costras pardo-amarillentas que se eliminan, dejando a veces una cicatriz. Las zonas más afectadas son el tronco o el muslo. También la región ocular, que presenta una mayor gravedad por el riesgo de formación de úlceras corneales que conduzcan a la ceguera.
Cabe señalar que tras el episodio de herpes zoster puede persistir el dolor en la zona durante días, meses e incluso años. Esto sucede con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años.
¿En qué edades aparece el herpes zóster?
El herpes zóster puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, es más común en mayores de 60 años y personas con un sistema inmune mermado por alguna enfermedad o tratamiento médico, según explica la SEMI.
Lo cierto es que en niños suele ser benigno. Sin embargo, en los adultos puede resultar ser una enfermedad muy debilitante, ya que puede provocar grandes dolores. De hecho, en el 4% de los casos reaparece con un segundo brote y en caso de infectados por VIH hasta en un 30%.
¿Cómo se origina el herpes zóster?
La SEMI asegura que los pacientes con herpes zóster suelen contagiarse en la infancia. Así, en ese primer momento se desarrolla la varicela, con erupciones rojizas en la piel. Es decir, la forma inicial de infección del virus varicela-zóster.
Una vez desaparece la varicela, el virus queda latente durante años en los ganglios de los nervios dorsales del paciente. La reactivación de este virus, que estaba inactivado, es la causa del herpes zóster. Hay dos motivos por los que puede manifestarse. Por un lado, por la alteración funcional de la inmunidad, como el envejecimiento. Sin embargo, también hay casos en adultos jóvenes sin otras enfermedades que responden a situaciones debilitantes (nutricionales, estrés…).
Por otro lado, se puede dar por la "alteración patológica del sistema inmune debido a medicación (corticoides, quimioterapia), tumores o infecciones como el VIH". Finalmente, se ha observado que algunos medicamentos, como algunos de los empleados en el tratamiento de patologías reumáticas, como la artrosis, podrían favorecer su aparición.