Muchas personas heredan sin querer las escopetas de sus abuelos, otras encuentran armas ya antiguas en la obras de reforma de la casa del pueblo, a otras les sorprende comprobar que su ser querido tenía guardada alguna pistola... Son situaciones más frecuentes de lo que podría parecer que generan esta pregunta: Y ahora ¿qué hago?
Pues la primera respuesta es esta: "No manipulen el arma, porque por muy vieja que sea, aún puede tener munición y puede dispararse". Una respuesta-consejo que ofrecen, en una entrevista con Efe, portavoces de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad de la Guardia Civil, el cuerpo con competencia exclusiva en materia de armas, explosivos y pirotecnia.
Anualmente llegan a las intervenciones de armas de las distintas comandancias de la Guardia Civil numerosas escopetas o carabinas muy viejas, algunas incluso de 120 años, super oxidadas, en un estado que desconocen quienes las hallan, como por ejemplo si pudieran estar cargadas, por lo que lo mejor es "no tocarlas, ni intentar abrirlas ni desmontarlas", añaden los agentes de esta Jefatura.
Si se encuentra alguna de ellas, lo mejor es llamar a las fuerzas y cuerpos de seguridad competentes en la zona donde se viva, bien Policía Local, Nacional, cuerpos autonómicos o la propia Guardia Civil. Sus agentes se trasladarán a recogerla y la entregarán en la Intervención de Armas y explosivos del Instituto Armado.
¿Qué puede hacerse con el arma?
Una vez allí, ¿cuál es el siguiente paso? Todo dependerá de lo que se quiera hacer con ella, si quiere legalizarla, cumpliendo todos los requisitos necesarios para poder tenerla o bien si quiere inutilizarla para poder conservarla o bien que sea destruida.
Pero antes se averiguará su trazabilidad: de quién es, por qué ha aparecido, en qué circunstancias, si ha estado implicada en hechos delictivos -"muy rara vez", dicen los agentes-, entre otras pesquisas. Todo ello lo intentará comprobar la Guardia Civil antes de dar el siguiente paso, es decir, legalizar el arma, porque "no puede haber armas sin legalizar", enfatizan.
Si la persona que la encuentra tiene licencia, podría quedársela siempre que cumpla una serie de requisitos. En caso de no querer conservarla, puede pedir que se destruya, venderla a alguien que sí tenga permiso para el uso de ese arma o mandarla a inutilizar.
En caso de haberla heredado, también tendrá que demostrarlo para acreditar la titularidad, es decir, tendrá que aportar la documentación necesaria para que pueda legalizarse a su nombre, como es una declaración de los herederos renunciando a su titularidad en favor de una persona, ya que ese arma es parte de los bienes que forman la herencia.
Por supuesto, un arma de fuego que no esté inutilizada no podrá sacarse de la Intervención de Armas si no se tiene licencia. Allí se custodiará durante un plazo máximo de un año. Si para entonces no se ha vendido o reunido los requisitos para tenerla, la Guardia Civil la mandará destruir.
Pasos para inutilizar un arma
Las personas que quieran quedársela pero no tengan licencia tendrán que inutilizarla. Ahí empieza otro proceso camino del Banco Oficial de Pruebas (BOPE) de Eibar (Gipuzkoa), el único centro autorizado en España para hacerlo, según recuerdan a EFE los agentes de la Guardia Civil.
Como reza su página web, el BOPE dispone de los medios técnicos más modernos para inutilizar un arma y "conservar toda su belleza original". "De este modo- prosigue-, se garantiza la seguridad ciudadana y se conserva el valor como elemento de colección".
Para inutilizar un arma, hay que solicitar la autorización a la Intervención de la Guardia Civil que, a su vez, emitirá una "Guía de circulación", que es el documento que ampara el traslado del arma por el territorio nacional.
Es la Guardia Civil quien precinta el arma (comprobando que no esté cargada o contenga cartuchos y si es de avancarga esté libre de restos de pólvora) para que la empresa de correspondiente que elija su propietario -tiene que tener autorización para trasladar armas- la lleve hasta el BOPE. Allí se inutiliza y en un plazo de unas tres semanas vuelve a la Intervención de Armas de donde salió.
Pero todo tiene su precio. En la web del BOPE se desglosan algunos por la inutilización. Por ejemplo: 146 euros por una escopeta o avancarga, 186 por un revólver o pistola, y 216 por una ametralladora.
España, referente en el control de armas
La Guardia Civil es la encargada del control de armas en España, de gestionar más de un millón y medio de licencias, de renovarlas, de los cambios de titularidad, de los envíos de una Intervención otra y del control de los explosivos (tanto de su uso como de su transporte), entre otras funciones.
Una labor de control en la que España es un referente, según recalcan a EFE los portavoces de la Jefatura de Armas. La actividad de la banda terrorista ETA durante varias décadas tuvo mucho que ver en ese control más exhaustivo de las armas que se ha llevado a cabo en España respecto a otros países de nuestro entorno. Y hoy, desde esos países llegan a la Guardia Civil peticiones de información para "copiar" nuestras normas.