En las seis horas del día que deben quedarse en casa durante la ola de calor les da tiempo escuchar las nueve sinfonías de Bethoven tranquilamente en su salón, y les sobrarían unos minutos para asumirlas.

O ver la trilogía de 'Indiana Jones', sí, sabemos que son cuatro pero, ¿quién necesita la última?. También se pueden leer 'El Lazarillo de Tormes', 'El perro del Hortelano', 'Luces de Bohemia', 'Don Juan Tenorio' y 'El Cantar del Mío Cid' así, de una tacada. Porque nunca es mal momento para abrazar nuestros clásicos.

Si son de los que no pueden vivir sin política ni en vacaciones, podrían escuchar el discurso más largo de Fidel Castro. Eso sí, tendrían que dejarlo sin terminar porque dura siete horas. Quedan avisados.

Aunque también se pueden emplear estas seis horas en hacer algo productivo como hacer cuatro tartas sacher o montar el mueble más difícil de ikea, seis veces.

Las posibilidades son infinitas.

Pero si las seis horas las pasan en buena compañía y sin nada que hacer... Según la media española y disfrutando de una salud de hierro y de una forma física envidiable podrían entregarse a los placeres de la carne hasta 18 veces. Acabarán exhaustos, pero con la tranquilidad de haber pasado la ola de calor.

Porque ya lo saben, hay que evitar las horas centrales del día.