Un colapso rápido, como si fuera un dominó. Esta es la descripción que han dado del suceso los técnicos que investigan las causas del derrumbe de un edificio en Peñíscola, que ya se ha cobrado la vida de un menor, mientras siguen buscando a otra víctima entre los escombros.

"Ha sido como un castillo de naipes cuando le quitas una carta", asevera Andrés Martínez, alcalde de la localidad, que ha informado de los resultados del desastre. Concretamente, de 55 viviendas 18 han sido derrumbadas; ahora bien, ¿por qué ha sucedido esto?

Los vecinos describen que ya ayer por la mañana vieron aparecer grietas en las paredes. "Se encontraron un apartamento con unas grietas que no eran normales. Dieron parte a la comunidad pero no ha dado tiempo a nada más. Se ha derrumbado el edificio", cuenta a laSexta Rosa, dueña de la inmobiliaria del inmueble.

La cuestión es que este derrumbe, a priori, no debería haberse producido. El edificio no es muy antiguo, ya que se construyó en los años 90, pero según los testigos se derrumbó en dos fases.

Los cimientos, posible clave del colapso

Los técnicos trabajan ya con una hipótesis principal: "Todo apunta a que ha debido colapsar la parte inferior de uno de los muros de carga", indica Alberto Rubio, coordinador del equipo técnico a esta cadena. Es decir, "muy probablemente el origen del colapso esté en los cimientos".

Dichos cimientos podrían haber cedido, simplemente porque la estructura esté mal calculada, como asevera el experto David Fuentes, o porque la cimentación y el terreno tuvieran algo que ver, como indica Ángel Arjona, arquitecto.

En un primer momento se apuntó a que las lluvias torrenciales que se habían producido durante las horas anteriores podrían haber influido en el incidente, pero finalmente el coordinador técnico en la zona lo descarta. Asimismo, recuerda la importancia del mantenimiento de los edificios así como actuar ante cualquier señal de alarma.