Durante el mes de septiembre se retoman los ritmos y rutinas habituales tras el paréntesis vacacional: regreso al trabajo, a las aulas, al gimnasio... Llegamos con energía, con las "pilas cargadas" y las mochilas repletas de novedades.

Sin embargo, cuando el material escolar ya ha sido amortizado surgen dudas. ¿Sabemos dónde se debe tirar? "El bolígrafo podría ir al contenedor amarillo, el subrayador también...", asegura una joven universitaria. ¿Está en lo cierto? La respuesta es que no.

Hay un error muy extendido: confundir el contenedor amarillo con el del plástico. Pero lo cierto es que este contenedor está destinado a los envases tales como botellas de plástico, latas, cartones de leche...

Otros objetos fabricados con plásticos como los juguetes, los cepillos de dientes usados, los CD, el material escolar gastado y los cascos de música deben ser llevados a un punto limpio, donde son tratados adecuadamente. La alternativa es depositarlos en contenedores de restos.

La mayoría de los españoles tiene asimiladas estas rutinas y separa los residuos. En 2022 se recicló en España un 3,6% más de envases que el año anterior. Tan solo queda resolver algunas dudas. La principal: los envases deben dejarse en el contenedor amarillo.