Sabela acaba de recibir una buena remesa de zapatos de su prima mayor. Pero, ¿cómo están esas suelas? Juan Dios, secretario general del Consejo de Podólogos de España, explica que los zapatos heredan esa forma del calzado desgastado. " Puede ser que camine hacia adentro o hacia afuera", explica el experto.
A la larga, heredar zapatos puede traer dolores de cadera, de espalda o desviaciones de columna. Así lo asegura Rocío Dono, vicepresidente del Colegio Oficial de Podólogos de Galicia: "Si tú estas pisando de una forma que no es tu forma de pisar, ya en ese mismo momento te está interfiriendo en tu formación".
Pero claro, el calzado de los niños dura lo que dura y el bolsillo de los papás es el que es. En la calle nos confirman que los zapatos de los más pequeños son caros y, por ello, algunos optan por darle un segundo uso.
La realidad es que, a primeras, pueden parecer nuevos pero, cogen la horma de su primer dueño. El secretario general del Consejo de Podólogos de España señala que esto altera el patrón de la marcha. Por otro lado, también está el caso de los padres que cogen unas tallas más de las que lleva el niño. ¿Es esto una buena alternativa? No. No lo es. Dono asegura que esto puede llegar a provocar esguinces, rozaduras y hematomas en las uñas.
Desde una zapatería nos dan un consejo para escoger la talla de los zapatos: "La cosa es que sobre de un 0,5 a un 0,8 desde la marca del pie". Todo sea porque de mayores pisen fuerte.