Se cierne sobre nosotros el Día de Santiago, la celebración al adorado apóstol y santo, además del único patrón de España. Es muy probable que toda España haya oído hablar del conocido Santiago Apóstol, o como mínimo, la forma de peregrinarle: el Camino de Santiago. Y es que el 25 de julio se ha convertido en una fecha muy importante porque es el momento en el que varias comunidades y municipios del país le celebran. Sobre todo, Galicia y País Vasco. Sin embargo, el motivo por el que esta fecha ha sido la escogida para las festividades está sumida en el misterio.

Santiago es un apóstol venerado por su recorrido para evangelizar al imperio Romano. Tuvo la misión de caminar desde la Bética romana hasta Iria Flavia, Galicia. Y tras este duro trayecto, fue decapitado a su llegada a Jerusalén en el 44. El Día de Santiago conmemora precisamente el momento de su muerte, ya que es cuando se convirtió en un mártir.

Tras ver a la importancia que cobraba el camino recorrido por el apóstol para la población, el Papa Calixto II decidió instaurar el Año Santo Compostelano en 1122 y el 25 de julio como su día conmemorativo. Sin embargo, la celebración solo tendría lugar cuando esta fecha coincidiera con un domingo, lo cual solo ocurre 14 veces por siglo.

Camino de Santiago

Ahora bien, el motivo exacto por el que el Papa Calixto II optara por el 25 de julio se desconoce. Como se supone que es la celebración de su muerte, algunos afirmaban que era la fecha de su muerte, como Usuardo en su Martiroligio, en el año 876. Pero, la verdad es que no hay pruebas acerca del día exacto de su fallecimiento.

Por ende, el 25 de julio simplemente empezó a ser considerado por la sociedad como su día festivo. Es posible que esto además se deba a que ese día coincide con el Día de San Cristóbal, un santo muy venerado en la Edad Media con el que se le ligaba constantemente.

De cualquier manera, esta fecha con el pasar del tiempo se fue estableciendo como el día para que los peregrinos que iban a Compostela recibieran el perdón general como parte de la celebración. Y como eran pocos los que se hubieran atrevido a cuestionar su elección de día al poder eclesiástico en el momento de su instauración, la fecha permaneció hasta la actualidad.