Sandra encontró una terrible nota en un cuaderno de su hija en el que le contaba que se iba a tirar por el balcón porque "no puedo con mi vida". A sus 8 años sufría un auténtico infierno en el colegio.

"Le decían que tenía color mierda, que era una negra de mierda, que tenía un pelo asqueroso, le han llegado a pegar", explica su madre, que asegura que puso este acoso en conocimiento del colegio con varias reuniones en persona y correos electrónicos donde detallaba las agresiones verbales y físicas que sufría la pequeña.

"Ellos lo negaban, decían que no pasaba nada y que eran cosas normales entre niños", afirma Sandra, que tras enseñarles la nota de suicidio consiguió que activaran el protocolo antiacoso ante inspección educativa, pero esta concluyó en que no había evidencias.

Ahora, una sentencia a la que ha tenido acceso elDiario.es, dice que sí existió una situación de bullying. La menor, que ahora tiene 15 años, ha podido ser trasladada a otro centro escolar, pero su madre asegura que "tiene secuelas, tiene tratamiento y hace tres meses se ha autolesionado".

El colegio, condenado

Por todo ello, el colegio Litterator de Aranjuez ha sido condenado a pagar 10.000 euros a la menor. La sentencia judicial dice que "las medidas adoptadas no fueron proporcionadas a las circunstancias del caso, estando ello motivado por la calificación que hace el centro educativo como conflicto entre iguales, en lugar de acoso escolar".