La Policía de Brasil encuentra y rescata a una familia que se encontraba secuestrada en mitad de un bosque. Momentos después, se escuchan disparos: es el secuestrador, que intenta escapar y hiere a dos agentes.
Es el único encuentro que se ha producido hasta ahora entre las autoridades y Lázaro Barbosa, el asesino en serie de 32 años que está sembrando el caos en Brasil.
La semana pasada, asaltó una granja al sur del país: allí violó a la madre y asesinó al padre y a los dos hijos. El cuerpo de la mujer fue hallado mutilado en un arroyo días después. También ha matado a otra persona y herido de forma grave a otras dos.
Tiene a las autoridades en jaque. Desde hace ocho días, más de 200 agentes le buscan por tierra y aire. Rodney Miranda, jefe del dispositivo, lo define como "un psicópata" y advierte de que es imprevisible, agresivo y muy inestable. Es un viejo conocido de la Justicia: en 2007 fue detenido por primera vez por un doble homicidio y, desde ese mismo año, se ha fugado tres veces de prisión.
El aspecto de la casa donde vivía Barbosa puede verse en el vídeo que ilustra esta noticia: allí, la Policía ha encontrado objetos de brujería, inscripciones de rituales en el suelo o la pared, esculturas y menciones al diablo.
Las cámaras de seguridad de la zona le han captado robando un coche en un aparcamiento o asaltando propiedades. Siempre lo hace con una pistola en la mano. Varios vecinos han huido de la zona, temiendo lo que les pueda suceder si se quedan en sus casas.
Como no se sabe exactamente el aspecto que presenta Barbosa, las autoridades han realizado varios retratos suyos. La última vez que se le vio fue en la madrugada del miércoles, colándose en una granja para robar comida a los dueños. Por suerte, no hubo que lamentar heridos.