Los psicólogos han estado junto a los afectados por el volcán de La Palma desde el primer minuto. La atención psicológica es un pilar fundamental en catástrofes y situaciones de emergencia. Y así lo recoge la Ley de Protección Civil. Sin embargo, Mónica Pereira, miembro del Grupo de Emergencias del Colegio de Psicología de Madrid, defiende que aunque son "conscientes" de que su trabajo es "de ayuda", "es una profesión" que merece ser renumerada como cualquier otra.

En este sentido, reconocen esa parte vocacional de un trabajo que no deja de ser eso, un trabajo, y destacan: "Un psicólogo que acude a una emergencia lo que hace es dejar de lado su profesión y su trabajo diario para atender a esa emergencia".

Y la consecuencia de ello es que no cobran por esa intervención. "Los compañeros que están en La Palma no se le ha podido remunerar", señala al respecto Tamara Cabrera, psicóloga y miembro del Colegio de Psicología de Tenerife, mientras que Mónica Pereira afirma: "Puedo hacer ocho horas de turno voluntario más mis ocho horas de turno habitual una semana, pero ¿un mes?".

Por ello, reclaman que se les incluya en los planes de emergencia con sus propias partidas presupuestarias. "Si hay médicos, bomberos o policías y tienen su remuneración, no sé por qué tenemos el concepto que parece que los profesionales de la psicología tiene que ser voluntaria", lamenta Tamara Cabrera.

La gran mayoría de esos profesionales desplazados a La Palma son autónomos. "No es fácil sobrevivir cuando te tiras 15 o 20 días interviniendo; esa semana o ese mes tu sueldo no llega para pagar las facturas", expresa Pereira.

Además, denuncian que son ellos mismos quienes asumen los gastos de trabajar en las zonas de emergencia: "Se ha asumido por parte del Colegio de Psicología los chalecos, el material, pasajes, alojamiento...", indica Cabrera.

El problema es que su trabajo no termina con el fin de la emergencia, sino que, tal y como subraya la miembro del Colegio de Psicología de Tenerife, "después hay que reconstruir, acompañar y hacer toda una labora comunitaria". Y cubrir todo eso, defienden, también debería estar remunerado.