Martínez afirma que la Navidad es una época del año en la que se ha asentado la tradición, "casi obligación", de regalar a las más pequeñas y pequeños "juguetes, productos y actividades". A la hora de seleccionar el mejor juguete, estima necesario tomar en consideración una serie de orientaciones para asegurarse de que éste responde a las necesidades de la niña y el niño.

Por ejemplo, insta a tener en cuenta "no tanto la edad" del niño "sino su grado de maduración (cognitiva, social, afectiva)"; y que el regalo sea educativo, es decir, que le enseñe "algo nuevo o refuerce algún tipo de inteligencia que desde el colegio se ha observado que debe mejorar: espacial, matemática, lingüística, corporal-cinestésica, creativa, entre otras".

De la misma forma, aconseja que el regalo despierte el interés del menor y le resulte motivador. Para ello, considera importante "no sólo tener en cuenta su opinión en la medida de lo posible, sino también ayudarlo a tener unas expectativas ajustadas que difícilmente lo son si ha visto el producto diez segundos en un anuncio publicitario".

Igualmente, aconseja que el regalo sea "seguro, respetuoso con el medioambiente y que cumpla con la normativa europea". Al mismo tiempo, recomienda que el juguete tenga buenos comentarios de otros usuarios que lo hayan adquirido previamente, una información "fácil de obtener en la era de las plataformas y foros de consumidores".

Martínez también apuesta por que el regalo impulse la socialización, y considera preferible "un juguete que permita la interacción con otras personas que aquellos que los aíslan". Dentro de esto, recomienda que los adultos también puedan participar en el juego y pasar así un tiempo en familia (construcciones, astronomía, puzles, adivinanzas, cocinas, así como otros juegos simbólicos).

Igualmente, aconseja la coordinación de los miembros de la familia para evitar un excesivo número de regalos, ya que "lo importante no es la cantidad, sino la calidad y utilidad. Si se diera el caso, afirma que "se podría valorar la posibilidad de dosificar la entrega de juguetes a lo largo del año". Asimismo, insta a priorizar el juego cara a cara con otras niñas y otros niños, puesto que es fuente esencial de socialización.

Finalmente, y para que la compra no suponga una fuente de estrés, recomienda "planificar el mejor momento para adquirirlo evitando así colas y ahorrando dinero si se hace por adelantado, pensar dónde se ubicará el juguete en casa cuando el espacio sea limitado y evitar que emita sonidos molestos. Y por supuesto, no tire el ticket de compra, nunca se sabe".

Por su parte, la psicóloga Pilar Gandía Herrero, doctora en Psicología, profesora de la Universidad de Murcia, psicóloga en ejercicio privado y secretaria gral. del COP-RM, ha ratificado que siempre es recomendable que el número de regalos que reciben los pequeños esté relativamente controlado y pactado entre todos los miembros de la familia.