La Policía, tras varias pesquisas, contactó con la madre de Marcello y le envió unas fotos del joven, que fue hallado descalzo, desaliñado y con aspecto de vagabundo. Pese a ese aspecto, la mujer reconoció sin lugar a dudas a su hijo por una cicatriz en la muñeca derecha y decidió volar a Madrid.
Además, el joven que desapareció sufre autismo y el hallado en Torrejón no quiere hablar, solo escribe algunas frases incoherentes y no ha aportado nada que permita identificarle.
Ya en España, la mujer tuvo dudas y la Policía decidió practicar la prueba de ADN presencial, que es más rápida y que ha tenido toda la noche a los agentes de la Comisaría General de Policía Científica trabajando en ella, pero ha dado negativa.
Tras ello, las fuerzas de seguridad van a acometer más gestiones con el fin de identificarle, ya que de momento tampoco se ha podido hacer a través de la huella.