La Policía Foral ha accedido al Palacio Marqués de Rozalejo de Pamplona por orden del Juzgado de Instrucción número 4 para que los técnicos del Servicio de Patrimonio puedan inspeccionar el estado del edificio okupado, lo que ha dado lugar a protestas en la calle y cargas policiales.

En el momento en el que los agentes han accedido al inmueble okupado como gaztetxe (centro de juventud) no había nadie en su interior, según informa la policía, que precisa que los técnicos están realizando las labores de inspección.

Desde el Gobierno de Navarra, la consejera Ana Ollo ha manifestado que no ha habido ningún desalojo, porque en el momento en el que ha entrado la policía no había nadie en el interior y ha asegurado que lo que se está haciendo es un informe técnico porque entienden "que la seguridad del edificio es primordial y es preferente".

Al ser cuestionada sobre si se tomarán medidas para evitar una posible reocupakion del inmueble, ha dicho que están "a la espera" de dicho informe técnico y según lo que determine tomarán las "decisiones oportunas".

Una visión diferente de lo sucedido tienen los okupas, quienes han considerado la presencia policial como "un desalojo encubierto con un montón de irregularidades jurídicas".

Así lo ha manifestado uno de sus portavoces, quien ha incidido en que si el objeto de la entrada de la policía en el inmueble okupado era realizar una inspección técnica como se ha dicho, los agentes deberían haberlo abandonado una vez hechas las comprobaciones pero "en lugar de ello han tomado el barrio y están vaciando el gaztetxe".

Esta actuación está siendo contestada desde primeras horas de la mañana en la calle con una cacerolada y gritos a favor del gaztetxe y en contra de la policía. La protesta ha recorrido diversa calles del casco viejo y ha llegado hasta las inmediaciones del Parlamento de Navarra, donde se han vivido momentos de tensión y se han producido cargas por parte de agentes de la Policía Nacional, en las que, según denuncian desde el gaztetxe, ha habido algunos heridos.

El palacio del Marqués de Rozalejo, gestionado por el movimiento okupa como gaztetxe Maravillas desde septiembre de 2017, fue desalojado el pasado mes de agosto en una actuación que dio lugar a protestas y que llevó a una nueva okupacion ese mismo día.