A pie o a caballo los lanceros intentan dar muerte al toro durante el torneo del toro de la Vega. Al final, el animal muere abatido con lanzas. Muchos de los vecinos apoyan esta tradición por los años que tiene celebrándose en Tordesillas, un torneo que para muchos protestantes congregados en el municipio se trata de una matanza al aire libre.
La web de turismo de Tordesillas ha sido hackeada como protesta contra el Toro de la Vega, perpetrado por los manifestantes antitaurinos que fueron separados con un cordón de la Guardia Civil para alejarlos de la celebración. Ellos critican que no se les está dejando expresar su opinión, a favor de la defensa de los animales.
Pero en Tordesillas aseguran que su protesta no es tan pacífica y que han repartido maderas con clavos incrustados para boicotear la fiesta.
Han presentado un recurso de inconstitucionalidad contra la fiesta y 85.000 firmas en el Congreso para acabar con el toro de la Vega, una festividad que este año se ha cobrado más de 12 heridos, aunque el peor parado es el toro.
El torneo del Toro de la Vega ha congregado en Tordesillas, en Valladolid, a unas 50.000 personas entre las protestas de un centenar de antitaurinos que han pedido la abolición de este festejo que consiste en matar con lanzas un toro en el campo, durante el que dos personas han resultado corneadas.
El jurado ha tardado en proclamar vencedor del torneo a un joven de Tordesillas, David Rodríguez, quien ha matado al toro tras un festejo en el que dos personas han resultado corneadas, una de ellas un fotógrafo de la agencia France Press, según ha declarado a los periodistas el alcalde de Tordesillas, José Antonio González.
Media hora antes de las once de la mañana, cuando se suelta el toro desde el casco urbano de esta localidad de más de 9.000 habitantes, alrededor de un centenar de antitaurinos, convocados por redes sociales bajo el lema "Okupa Tordesillas", ha intentado acceder al recorrido del festejo.
Un amplio dispositivo de antidisturbios de la Guardia Civil ha impedido que accedieran, tanto al recorrido urbano como posteriormente al campo donde es alanceado el toro, este año un astado de 580 kilos de nombre Vulcano y de pelo colorado.
Entre gritos de "Es ilegal el Toro de la Vega" o "Tordesillas vergüenza nacional", los antitaurinos, en su mayoría jóvenes, se han retirado después de que pasara el toro al otro lado del vallado, en medio de los pitos de los defensores de este festejo centenario de origen medieval.
El joven vencedor del torneo, un trabajador de la construcción en paro, era la primera vez que participaba, en contra de la voluntad de su madre pero "orgulloso y contento" de haber dado muerte al toro.