Un hombre increpó fuera de sí, en pleno centro comercial, a una pareja. Les puso de animales para arriba. Se trata de dos jóvenes gais, a los que acusó de realizar actos obscenos en público. Y sólo por abrazarse y besarse, según testigos y las grabaciones de seguridad.
Hay quien se sumó al intento de linchamiento público. "Es pedofilia", dijo una mujer. "Si me hijo sale gay, bien, pero pedófilo como tú, jamás", añadió.
Al final, los guardas dispersaron el altercado, pero a quienes multaron y contra quienes levantaron el atestado fue a los jóvenes, no al agresor. La respuesta no se ha hecho esperar. Un multitudinario maratón de besos contra la homofobia se ha reunido en el lugar de la agresión.
"Queremos demostrar que no somos ciudadanos de segunda categoría", dijo una de las víctimas por agresión en la manifestación.