Sigue la lucha. Tras casi un año de duro trabajo, la Comisión promotora de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) Mar Menor ha comunicado que han logrado superar con creces el objetivo final de 500.000 firmas. La cantidad mínima necesaria para que la propuesta de ley para dotar de personalidad jurídica a la laguna salada y toda su cuenca sea debatida en el Congreso.

El 29 de julio de 2020, ocho personas presentaron el procedimiento de forma oficial en Madrid convencidas de que había un futuro para la albufera. En octubre, la Junta del Censo les autorizó a comenzar con las solicitudes de firmas ciudadanas y en noviembre ya tenían los pliegos sellados, según explica la Comisión en un comunicado.

"De Canarias a Helsinki, han sido miles las personas comprometidas con el Mar Menor que han dejado su huella para estar más cerca de conseguir la Iniciativa Legislativa Popular para dotar de derechos al Mar Menor", según las mismas fuentes, que aclaran que, incluso, recibieron peticiones de firmas desde Sudamérica.

Sin contactos ni recursos económicos, dicen haber conseguido poner la protección del Mar Menor "en primera línea informativa. Muy agradecidos con la alta participación, destacan que las restricciones de movilidad y condiciones políticas adversas "no han hecho mella en los ciudadanos que desean un Mar Vivo y sano".

También ponen en valor el apoyo e implicación de 23 ayuntamientos de la Región de Murcia, así como el apoyo en Barcelona, "buena muestra del cambio de sensibilidad que se ha producido en nuestra sociedad ante el desastre medioambiental del Mar Menor".

Mientras, el presidente de la Región, Fernando López Miras, (PP) ha insistido hoy en culpar al Gobierno central del estado del Mar Menor, criticando que "hay cero euros para el Mar Menor en los presupuestos generales". En una entrevista en TVE, Miras ha insistido en que "si hubiera un proyecto claro para el Mar Menor, estaría reflejado en los Presupuestos". Y ha ido más allá, proponiendo la que sería la solución para él: "Si el Ministerio detecta que hay vertidos al Mar Menor de agricultores ilegales, que les corte el agua directamente".

¿Quién tiene la culpa de esta tragedia?

El primer gran aviso de que algo no iba bien en el Mar Menor fue en 2016, cuando aunque no hubo mortandad de peces se perdió el 85% de la pradera verde. Tres años más tarde arrancaba la pesadilla y aparecían 3.000 kilos de peces muertos en la orilla por falta de oxígeno. Esa cifra ya se ha superado en 2021 y hasta ahora hay más de cinco toneladas de peces sin vida.

Y dadas las circunstancias, ¿podemos considerarlo una crisis puntual? El Partido Popular lleva 26 años de Gobierno en Murcia, y siempre ha apuntado a un problema puntual. En 2018, Teodoro García Egea aseguraba que el mar estaba "más vivo que nunca" y se refería así a quienes criticaban lo que está sucediendo en la zona: "A quien critique le invito a que me llame que yo le llevaré a ver caballitos de mar conmigo".

Pero según los ecologistas esta es una crisis con historia que tiene un culpable: los agricultores. "El factor que más está contribuyendo a eutrofización es la agricultura, sobre todo la intensiva e industrial", destaca Julio Barea, responsable de la campaña de agua de Greenpeace.

Por su parte, los agricultores se defienden apostando por una culpa compartida, es decir, reconociendo su parte de influencia en esta situación pero también señalando a quienes han permitido que en la zona se construyan "edificaciones monstruosas".

Con la nueva crisis, este verano Pablo Casado desvinculaba a los productores y lo achacaba a los nitratos acumulados en acuíferos. "No vienen por unos vertidos directos del sector agrícola que están prohibidos, sino que muchas veces están aflorando por acuíferos a los que llegaron hace muchos años", defendía en un mitin.

En toda esta tragedia el punto en común parece estar claro: se debe actuar conjuntamente y desde ya. "Hay que restaurar la gobernanza y que se actúe conjuntamente", señalan expertos del Centro Oceanográfico de Murcia. Pero esta, la de "que los políticos y las administraciones se pongan de acuerdo y se pongan a trabajar", es también una de las partes más problemáticas, indicaba el portavoz de Greenpeace.

Ahora, con la lucha de esta iniciativa popular, se está un paso más cerca de dotar de derechos al Mar Menor.