Nos vamos de vacaciones y hay destinos turísticos que no nos permiten llevar a las mascotas. Por ello, los abandonos de animales de compañía aumentan con llegada de las vacaciones. Cada año, en nuestro país se abandonan 180.000 perros y 120.000 gatos. La mayoría prefiere viajar con ellos (53,4%), mientras que un 20% los deja con alguien de confianza. Mientras, las protectoras de animales alertan de que están al borde del colapso.

Un equipo de laSexta se desplaza a una protectora de Tarragona, done ya están al 100% de ocupación. Su tesorera, Nuria Güel, señala que "el incremento del abandono se nota porque hay gente que se desplaza, que no puede tener animal, y que lo deja fuera".

Así, se encuentran hasta arriba del trabajo, y todavía esperan recoger a más animales: "De aquí a septiembre supongo que entrarán unos 50 gatos seguro, y perros puede que entren unos 20 o 30 más", afirma Güel.

Divorcios, defunciones, cambios de domicilios... los motivos por los que se producen los abandonos

Entre los motivos por los que se producen los abandonos se encuentran los divorcios, los cambios de domicilios, las defunciones de los propietarios o las camadas no deseadas.

Además, también hay un problema relacionado con los perros utilizados para la caza: "Los que les sirven para la caza les cuidan y los tienen, pero al resto de la camada la desechan", lamenta la tesorera de la protectora de animales de Tarragona.

A esta situación se suma el aumento de precios. Con la inflación disparada, muchas protectoras no pueden continuar, algo que ya notan en un refugio de Pontevedra. "Tenemos facturas de 1.500 euros para arriba. Lo estamos notando mucho en el tema de gastos veterinarios, medicamentos", indica Nuria Casal, tesorera de la protectora.

Los voluntarios se han convertido en el salvavidas de estos refugios. "La gente se vuelca. Si no es por la gente que ayuda a las protectoras, no podríamos hacer ni la mitad de lo que estamos haciendo", expresa Casal.

Por ello, desde las protectoras apelan a la responsabilidad: "Si vas a cogerlo, hazlo porque de verdad quieres y puedes y si no, no lo tengas porque le haces un favor al perro y le haces un favor a las protectoras", manifiesta la tesorera.

Y es que hay que tener muy en cuenta que "el animal no es un juguete, un objeto o una herramienta de trabajo, sino que es un miembro más de la familia". No son un capricho, sino amigos a los que nunca deberíamos dejar atrás.