Los padres del centro escolar reclamaron la oportunidad de sus hijos de "conocer una diversidad y a niños de otras religiones pasando sus horas de clase con estudiantes de otras culturas, no solo los recreos y en actividades ocasionales".

El director provincial del Ministerio, León Bendayán, ha resumido que "los grupos se deben formar sin atender a sesgo de ningún tipo". A falta de una regulación expresa, en la mayoría de los centros las agrupaciones de alumnos se hacen atendiendo al orden alfabético que deparan sus apellidos o a su mes de nacimiento.

En la gran mayoría de los colegios de la ciudad existe una población escolar ampliamente uniforme en lo que al origen cultural o religioso de su alumnado se refiere, ya sea cristiano o musulmán, pese a que los 86.000 habitantes de la ciudad se reparten casi al 50% entre ambas. Solo unos pocos centros públicos como el CEIP Andrés Manjón, ubicado en la periferia de la zona centro, reflejan en sus aulas una población escolar parecida a la del conjunto de Ceuta.

El argumento esgrimido por la dirección del colegio para justificar la división efectuada del alumnado fue la necesidad de separarlo para facilitar la impartición de las asignaturas de Religión Católica o Islámica, según la preferencia, en su caso, de cada niño y familia. Con la nueva asignación de alumnos a cada grupo, los estudiantes se separarán para recibir esa asignatura y volverán a juntarse para el resto de la jornada lectiva.