En 15 años, el profesorado en nuestro país ha perdido las ganas por dar clases. Tan solo el 24% muestra ilusión, frente al 60% que lo hacía en 2007. La acumulación de tareas, muchas de ellas burocráticas, y la falta de libertad para usar materiales propios y sentirse valorados, está detrás de este desgaste.

El agotamiento físico y mental entre los docentes está teniendo consecuencias. "Están aumentando considerablemente los casos de ansiedad y de depresión", ha explicado Teresa Jusdado, secretaria de enseñanza de UGT-Servicios Públicos de Madrid.

Una situación que termina desembocando en una falta de motivación y de ilusión por su trabajo.

"Uno de cada tres nos dice que ha notado en el último año una sensación de apatía y pérdida de interés", ha reconocido Ariana Pérez, coordinadora de Investigación de la Fundación SM.

De hecho, el 38% de ellos vive con distanciamiento e indiferencia su día a día, frente al 2% de hace 15 años, en 2007. Además, su ilusión desciende del 32% al 24% y su cansancio aumenta del 2% al 13%.

Ariana Pérez ha indicado que entre las principales causas de que esto esté sucediendo se encuentran en "atender a los alumnos con necesidades especiales y al bienestar emocional de los alumnos".

Por su parte, Teresa Justado ha recalcado que esto se está produciendo por "el incremento excesivo de la burocracia y la progresiva pérdida de poder adquisitivo".

Todo eso les lleva a esforzarse menos. De hecho, hace 15 años el 60% de los docentes lo hacía más, a pesar de los problemas. Ahora, solo el 23,5% asegura mantener ese esfuerzo.

Parte de culpa la tiene, denuncian, la tiene la falta de tiempo para preparar las clases. "El tiempo es menor y eso hace que vayamos mucho más estresados y que a veces no lleguemos a cubrir todas las necesidades", ha indicado Teresa Hernández, coordinadora nacional del Defensor del Profesor de ANPE.

Pero son las agresiones, físicas y verbales, la principal causa de su empeoramiento, hasta el punto de querer abandonar su profesión. "Lo que ha crecido en un 30% es el porcentaje de docentes que estarían dispuestos a dejar la profesión", ha asegurado Ariana Pérez.

Por eso, reclaman definir bien su carrera profesional, más recursos y apoyo en los centros educativos.