Con la llegada de las vacaciones uno de los caprichos más recurrentes es comerse un buen helado, pero ¿cómo diferenciamos uno artesano de uno que no lo es?

Para elegir bien la clave está en la textura y el color. Los colores chillones y estridentes no son frecuentes en los sorbetes naturales, por ejemplo el helado de pistacho cuando tiene un verde muy intenso es que lleva colorantes artificiales. Por su parte, la textura tiene que ser cremosa similar a la que se muestra en el vídeo superior a estas líneas.

Otro de los factores que determinan un buen helado casero son los productos con los que está elaborado. Se debe usar productos frescos y de temporada. En el caso de los polos de frutas, si estas están en su periodo de maduración, el producto final tendrá unas mejores características.

Por último, una cuestión importante es que no tiene que dar sed. Si tras comer uno de estos postres, tienes muchas ganas de beber agua, es que contiene demasiada grasa.