A través de su cuenta de Twitter, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, agradeció al Gobierno que permitiera a esta embarcación atracar en Barcelona, elogió la labor de la ONG y aseguró que la capital catalana espera "con los brazos abiertos" a los migrantes.
De hecho, antes de conocerse la decisión del Gobierno, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya había asegurado que Barcelona estaba "preparada para recibir" a la embarcación Open Arms "y a todas las personas rescatadas". Tres administraciones, el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat catalana y el Gobierno, trabajarán ahora de forma conjunta para organizar la llegada de los rescatados y se aplicarán los protocolos establecidos.
El rescate de los migrantes se produjo en aguas internacionales frente a Libia, cuando desde la embarcación de Proactiva se avistó una balsa neumática en la que viajaban hacinados numerosos migrantes, entre ellos algunos niños.
En total son 60 personas: ocho palestinos, ocho de Sudán del Sur, tres de Mali, cinco sirios, uno de Burkina Faso, otro de Costa de Marfil, cuatro eritreos, ocho egipcios, tres de República Centroafricana, dos de Camerún, dos etíopes, seis libios, ocho de Bangladesh y un guineano.