"Los novios quieren que todo el mundo se sienta parte de la celebración, un momento de alegría y diversión", apuntó en un comunicado oficial el palacio.

Así, 1.200 ciudadanos de a pie estarán invitados a contemplar la llegada y partida de Markle y el príncipe a la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, donde tendrá lugar la ceremonia religiosa, que oficiará el reverendo David Conner, el deán de Windsor.

Otros 200 invitados provendrán de distintas organizaciones benéficas a las que el hijo menor de Diana de Gales, de 33 años, y su prometida, de 36, estén "ligados" y aquellas de las que el primero sea patrón.

Un centenar de los presentes en la esperada boda real, que la pareja anunció a finales del pasado mes de noviembre tras un noviazgo de algo más de un año, serán estudiantes de escuelas locales.

Completarán la abultada lista de invitados 610 miembros de la comunidad del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, y 530 de distintas casas reales.

Según el Palacio de Kensington, en el centro de Londres, donde la pareja vivirá después de la boda, los novios quieren que el enlace sea un momento "que refleje su personalidad y valores".