Óscar S. M., el principal sospechoso en el caso de la desaparición y muerte de Esther López en Traspinedo, ha denunciado estar sufriendo acoso mediático al tiempo que insiste en que se respete su presunción de inocencia. Esta misma semana ha declarado por primera vez ante la jueza y ha mantenido la versión que ya dio a la Guardia Civil: que él se despidió de Esther horas antes de su muerte y que la dejó en el cruce de El Romedal.

Pero las contradicciones entre su testimonio y los datos técnicos obtenidos que recoge el sumario, entre otros detalles, en el geoposicionamiento de su móvil y de la fallecida, que les sitúan con posterioridad en su vivienda o en las cercanías, llevan días sembrando la sobra de la duda sobre él, al menos en el plano mediático.

Ante la presión a la que está siendo sometido, el joven ha publicado un comunicado en el que pide respeto al proceso judicial y respeto hacia él y su familia, pues según explica, hay medios de comunicación que incluso se han personado incluso en su vivienda particular donde residen menores de edad.

Quien fue la última persona que vio con vida a Esther, apela además al principio de presunción de inocencia, y advierte de que algunas de las informaciones que se están publicando vulneran el mismo. Aclara Óscar en esta misiva que hasta ahora no ha realizado ni realizará declaraciones ante los medios de comunicación, por lo que cualquier declaración suya que presuntamente haya sido recogida por algún medio será falsa.

Por otro lado, ha afirmado que colaborará con la justicia para esclarecer los hechos que "demostrarán que D. Ó. no tiene ni ha tenido participación alguna en la desaparición y desgraciado fallecimiento " de Esther.

Por todo ello, avisa de que tomarán las medidas necesarias para "prevenir el desasosiego que vienen sufriendo por parte de los medios de comunicación".

El llamamiento al rigor informativo y el respeto a su intimidad llega horas después de su comparecencia en sede judicial, lo que le ha puesto en el foco mediático