Una cámara oculta con forma de huevo es la mejor forma que encontró el director de este documental, John Downer, de la BBC para acercarse a los pingüinos. Aunque ellos no hacen ningún caso a la cámara, al único que le llama la atención es a un ave de presa que comienza  a jugar con la cámara pensando que es comida.

Comida rápida a juzgar por las prisas que se da el huevo rodando colina abajo. Pero por fin, tras varios intentos consigue agarrala y acaba regalándole al director algo  que no podría haberse imaginado. una imagen que jamás habíamos visto antes.

El primer plano aéreo de una colonia de pingüinos rodado en pleno vuelo, aunque el viaje dura poco, después de algunos golpes, la cámara acaba haciendo aquello para lo que estaba diseñada, espiar a los pingüinos en tierra firme.